¿HAY VOTO DE OPINIÓN EN EL PUTUMAYO?
Antes de ahondar en este tema de vital trascendencia, es importante conocer que es el voto de opinión. Se conoce como voto de opinión aquel sufragio libre de manipulación, donde el elector a conciencia y con plena libertad hace uso de su derecho a elegir, previo análisis de las propuestas y del candidato que hará su representación en el poder.
No obstante, como electores siempre terminamos equivocándonos al elegir, se supone que quienes van a gobernar ya sea una alcaldía, gobernación o representación nacional, deben actuar bajo los intereses colectivos de todo un pueblo, pero eso casi nunca sucede.
Cabe resaltar que para las justas presidenciales los Putumayenses no han elegido con la emoción o con adoctrinamientos impuestos por medios masivos, pero cuando se trata de elecciones regionales o locales hay otra cara en la moneda.
¿pero porque sucede esto?
Es natural que un departamento que ha sido golpeado por el narcotráfico y la violencia, este cansado y quiera superar este flagelo que por más de 50 años ha sometido a campesinos, indígenas y comunidad en general, bajo esas necesidades se ha sido consecuente al elegir propuestas que proponen la paz desde la capital del país, cabe resaltar que son dos procesos muy diferentes ya que ese tipo de campañas no hacen presencia constante y mucho menos personalizada en rincones apartados como si lo hacen muchos aspirantes a cargos públicos locales.
Es ahí donde inicia una política clientelista que se mueve bajo el concepto, del todo vale o, el fin justifica los medios, en ese momento el votante se olvida de las necesidades colectivas, pierde la razón y actúa llevado por la emoción, en ocasiones llevado también por los apasionamientos, es como un reseteo mental donde se implanta un cerebro adoctrinado, competitivo y egoísta a corto plazo.
No es un secreto que las regiones más apartadas del país históricamente han sido movidas por las mafias políticas, la falta de control institucional ha este tipo de prácticas tradicionales ha creado clanes o emperadores que actúan con un caparazón político o politiquero, porque no podría llamarse política a la ostentación de maquinarias, que gastan sumas exorbitantes de dinero para posicionar candidatos manipulables al servicio de intereses particulares.
Es común recibir mensajes por WhatsApp sin previo aviso, en la mayoría de los casos de manera reiterativa y hasta abusiva, como aquel reclutador de sectas que tiene la orden de llevar incautos de manera obligada.
Como electores tenemos la obligación de estudiar muy bien al candidato, el que menos ego obstante, el que menos oportunista sea, el que tenga proceso pero sobre todo la vocación social, es común escuchar “Quiero ser el alcalde” o “Quiero ser el gobernador” el discurso debería ser “Quiero trabajar por la gente” de lo contrario es ego puro, no va por servir, sino por demostrar que pudo llegar al poder y poner su nombre en lo alto de la pirámide, sin tener la vocación.
El día que tu voto se haga a conciencia, pensando en el bien común, sin apasionamientos u adoctrinamientos, donde seas tú el único en saber por quién das tu valiosa opinión, pero sobre todo el poder de representarte, ese día la humanidad dará un paso hacia adelante.
Afortunadamente el mundo está cambiando, los jóvenes lo están cambiando y a ese paso veremos trasformaciones positivas, despacio, pero se está haciendo, qué más da, como seres humanos aprendemos muy despacio.
L.M
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