Historias en otros planos.
Confieso que siempre me he sentido atraído por los testimonios místicos o paranormales, de hecho creo que hacen parte de nuestra vida y no podemos desconocer su existencia, a través de la historia se han documentado muchas de ellas, algunas por medio de vídeos o fotografías, muchos han corrido con la no muy grata fortuna de ver o sentir sus presencias, en la mayoría de los casos estos suceden en casas antiguas o espacios donde transcurrieron acontecimientos extraordinarios.
Las historias que contaré en este escrito corresponden a tres casos que sucedieron en la ciudad de Mocoa en el departamento del Putumayo y me atrevo a escribirlas porque son casos confirmados y documentados por medio de fotografías por personas muy cercanas que no tenían precedentes en este tipo de hechos, incluso algunas de ellas escépticas hasta ese momento, cabe resaltar que por solicitud de las personas se han realizado algunos cambios en los rostros y nombres.
Para contar estas historias hemos entrevistado de manera directa a personas implicadas o cercanas a los hechos, con el propósito de dar más claridad en los sucesos, cabe resaltar que cada quién está sujeto hacer sus propias interpretaciones, así como hay escépticos, también hay personas que han sufrido en carne propia las experiencias y dan testimonio como los que vamos a conocer a continuación
El primer caso se documentó el día viernes 23 de febrero de 2018
Juliana todos los días salía a las 5:30 de la tarde a recoger a su hija mayor al jardín infantil, ese día como de costumbre se subió a su camioneta junto a su hermana menor y su hija Valeria de siete meses, mientras ella manejaba, su hermana Carolina cargaba a su hija, las dos iban en la parte delantera del vehículo, luego de haber avanzado unos minutos, su hermana toma su celular y se hace un par de selfies con su pequeña sobrina, aprovechando que la tiene entre sus brazos, hasta ese momento todo transcurría de manera normal, incluso cumplieron con su rutina diaria de recoger a su hija en el jardín y llevarla hasta la casa.
Una vez cumplido el propósito su hermana Carolina retorna a su casa, y empieza a revisar las fotografías, con la sorpresa que en una de ellas había algo inusual, de hecho muy inusual, en ese momento decide contactar a su hermana y compartirle su descubrimiento, eran las 7:30 de la noche cuando Juliana recibe por WhatsApp una fotografía de su hermana, donde se puede evidenciar que en el asiento trasero del vehículo se ve parte de un rostro masculino, Juliana nerviosa le comenta a un par de amigos que de casualidad la visitan y todos quedan sorprendidos por el inusual acontecimiento.
Junto a su esposo y sus amigos deciden hacer un momento de oración y liberación en el vehículo como rutina espiritual para dar por finalizado el hecho y continuar con sus vidas.
El segundo caso se documentó en pleno centro de la ciudad de Mocoa, a media cuadra del famoso tobogán, en esta ocasión mientras le hacían una remodelación a la casa de la señora Esperanza, se empezaron a ver y escuchar cosas muy raras, para este caso hemos entrevistado a Alejandra, su nieta.
Alejandra nos cuenta que los hijos de su abuela Esperanza mandaron hacer una remodelación en la casa, para esto contrataron a don Juan, un reconocido maestro y este a la ves trajo dos obreros, ellos iniciaron las labores tumbando un par de paredes, a partir de ese momento se empezaron a escuchar sonidos y situaciones extrañas, de principio lo tomaron de manera muy natural, pero a medida que avanzaban se fue tornando más preocupante, un día las herramientas se cayeron del sitio donde las habían dejado, como si alguien las hubiera tirado, otro día movieron las sillas y otros elementos en la habitación, al ver que esto sucedía con regularidad decidieron comentarlo con sus patrones, pero ellos no le dieron trascendencia, incluso no les creyeron.
Un día el Maestro se subió a un andamio para seguir con sus labores y mientras martillaba alguien lo empujó hasta tumbarlo al piso, en ese momento decidió parar la obra mientras asimilaba lo sucedido y lo comentaba con los encargados para que le den una solución.
Una tarde la abuela Esperanza mientras observaba la obra y en especial el sitio donde quería que construyeran el baño, su nieta Sofía tomo una fotografía, que luego compartió con los demás miembros de la familia, en ella se puede observar con claridad en la parte superior derecha una mano que sostiene una vela.
Fue así como decidieron llevar una persona que conoce de estos temas para que hiciera una inspección y liberación al lugar, nadie se imaginaba lo que esta persona iba a encontrar en aquella casa, que según la abuela podría tener más de cien años.
Esta persona encontró tres entidades, una de ellas correspondía a un obrero que trabajó muchos años con el papá de la abuela Esperanza, aparentemente él le había encargado cuidar de la casa y de su familia y al parecer el obrero se tomó muy apecho su misión aun después de muerto.
La segunda entidad correspondía a una mujer, que por su aspecto tenía una energía muy densa y malintencionada, al parecer era la que golpeaba y empujaba a los obreros ocasionándoles contusiones y desequilibrio emocional y de quién no se logró establecer su procedencia.
Por último se constató que la tercera entidad correspondía a una niña, se trataba de un alma más reciente en comparación a las anteriores, según la persona que inspeccionó el lugar, esta niña fue atropellada en la calle del amor, al respaldo de la casa de la abuela Esperanza, la persona que visitó el lugar manifiesta que las entidades se atraen o se buscan en ese plano espiritual, al parecer la niña llegó a la casa al sentirse sola después de haber fallecido en el accidente.
Las entidades fueron liberadas y gracias a las oraciones de esta persona no se ha vuelto a escuchar ni sentir presencias extrañas en la casa.
El tercer caso sucedió el día sábado 16 de mayo del presente año en horas de la noche, cuando el señor Dubán García, un reconocido periodista de la ciudad de Mocoa, fue hasta las instalaciones de un banco en pleno centro de la ciudad, con el fin de acompañar a uno de sus colaboradores hacer un retiro en el cajero, en ese momento se presentó una situación con algunos policías, al parecer ellos interactuaban con personas que hacían caso omiso a las normas que dictaban el toque de queda debido a la emergencia, Duban en su condición de periodista se pone al tanto de la situación y la persona que conducía el vehículo le toma una fotografía, donde se evidenció posteriormente un rostro en la parte exterior del vehículo, tanto Duban como los demás aseguran que en los lugares donde documentaron los hechos no se encontraban más personas y lo mismo se pudo constatar en las cámaras de seguridad de la policia dias mas tarde.
Desde la concepción religiosa y espiritual es recomendable orar por estas almas porque no existe una explicación lógica racional que permita asegurar el destino o la procedencia de las mismas, algunos dicen que se encuentran en un plano intermedio entre la vida y la muerte, pero no ahondaré en ese tema, eso se lo dejo a los expertos o conocedores.
